3 feb 2010

Without tittle


Polvos de un viejo ayer, se reunieron en un oscuro atardecer.
Quizás la coincidencia del pensamiento nos llevó a ello. No quiero creer que era él, el mismo que hace años era un todo. A metros de mí, a pasos de cumplir un vago sueño en el que todo volvía a ser como unas mil horas antes.
Enredamiento de pensamientos, una extraña sensación de confundir lo hecho con el presente, la madurez con la inmadurez de aquel 2oo8 , quizás...también, la experiencia, el temor a lo nuevo, el temor al olvido. Finalmente me invade la felicidad de ser cómplice de tu sonrisa, de que me has sonreído.
Entre baches de oleaje mirando, donde el cielo se cruza con el mar te encontré nuevamente, fue agradable por un instante… pero luego todo se desvaneció en un extraño escrito que tú nunca supiste de su existencia.
Por cierto, tus mejillas nunca rozaron las mías aquel día, ni tu voz penetró en mis oídos, solamente la observación fue el punto de ebullición…
Realmente, ¿qué es lo que hemos sido?
Espero que hayas encontrado tu rumbo hacia algo mejor... Nunca funcionó.
El hoy me da muchas oportunidades, menos un deseo que tengo arrinconado en un cajón de vieja estantería..
Sólo pido: recuérdame como si fuera la primera vez que nos miramos.


Agustina

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